lunes, 18 de febrero de 2019

Escuela Positiva


Escuela Positivista (Siglo XIX)

La Escuela Positivista se caracterizó por utilizar el método empírico científico en las investigaciones tendientes a determinar las características que presentan las personas que delinquen, es decir, se centraron en explicar al delincuente y a partir de su comprensión explicaron el delito. Es por esta razón que los exponentes de esta Escuela consideraban que la pena, en tanto respuesta penal, debía de ser individualizada y que tenía que pretender la resocialización del delincuente (Lacayo, s.f). Afirma Rodríguez Manzanera, lo siguiente:

La Escuela Positiva de Derecho Penal sostiene que las maleas tendencias de estos individuos son una consecuencia de su organización física y psíquica, la cual es esencialmente diversa de la del hombre normal; por lo que dicha escuela en ligar de estudiar el delito abstracto, estudia al delincuente en su morfología y en sus varias funciones, comparándolas con las de los hombres normales  (Rodriguez Mazanera, 2006, p. 139)

            El positivismo buscó la experimentación y la aplicación del método científico para encontrar respuestas que pudieran ser comprobables, por ejemplo, en la determinación de las causas de la delincuencia, dejando de lado otras explicaciones abstractas de carácter religioso y moral.

CÉSAR LOMBROSO (1835-1909):
Antropología Criminal



Fuente: Wikipedia, s.f

Como médico, Lombroso realizó estudios forenses en delincuentes con la finalidad de determinar sus características físicas (anatómicas y fisiológicas) y psicológicas (mentales), de ahí que se le relacione con la Antropología Criminal que es definida por Luis Rodríguez Manzanera como aquella que “estudia al criminal a partir de sus características somáticas, analizando las medidas y relaciones numéricas de las distintas partes del cuerpo humano (Antropometría)” (Rodríguez Manzanera, 2018, p.63).
Es de interés señalar, que la aplicación de técnicas antropométricas para la identificación de personas criminales no fue un descubrimiento de Lombroso, así por ejemplo, se puede mencionar a Alphonse Bertillon, quien fue un médico, antropólogo y estadístico francés que trabajó precisamente en la investigación criminal empleando métodos de individualización antropológica y creó en 1880 el Sistema de identificación y clasificación criminal que se basaba en la medición de partes del cuerpo de las personas, así por ejemplo, se tomaba en consideración la estatura, la dimensión del cráneo, la longitud de las extremidades, las marcas que pudiera presentar la persona en su cuerpo, tales como tatuajes, cicatrices, entre otras  (En la mente del criminal, 2012).
Considero que el aporte de Bertillon a la Criminología fue significativo pese a que no se le menciona tanto como a Lombroso, en razón de que por ejemplo, para poder aplicar el sistema de identificación por él promovido, se requería llevar un control exahustivo de tarjetas de datos con las mediciones de cada persona que eran acompañadas de fotografías (de frente y de perfil) lo que sin duda alguna se mantiene vigente en nuestros días, puesto que cuando una personas es reseñada por las autoridades, se le crea lo que se denomina “Expediente Criminal Único (ECU) en donde se pueden encontrar fotografías de frente y de perfil del sujeto, así como tambiés se anotan características físicas individualizantes (fenotípicas) tales como color de ojos, pelo, estatura, peso, y además se hacen constar detalles como cicatrices y marcas de nacimiento; estos datos, son de mucha importancia a nivel judicial porque en no pocas ocasiones, el Organismo de Investigación Judicial y los operadores del derecho, nos encontramos con personas detenidas que no portan sus documentos de identidad, se niegan a identificarse, e incluso, se hacen pasar por otras personas, de ahí que el contar con la información registrada en el ECU es de vital importancia para poder individualizarla de manera adecuada dentro del proceso.  
            Lombroso, en 1876 publica su libro “Tratado Antropológico Experimental del Hombre Delincuente”, en el que construye una clasificación criminológica de los delincuentes que aporta importantes aspectos de análisis a la actualidad. Así por ejemplo, concibió que el criminal atávico o primitivo, era aquella persona que poseía una serie de anomalías físicas que lo hacían desarrollar una violencia incontrolable. Llama la atención que en la actualidad en derecho penal hablamos del Derecho Penal de Autor, como aquel que sanciona teniendo como base a la persona que delinque y no el delito propiamente dicho, y cuando se trae este tema a colación, es muy común mencionar a Lombroso y referir en lenguaje popular que una persona es “Lombrosiana” con lo que se quiere hacer referencia a que sus características físicas coinciden con las que Lombroso estableció para el delincuente atávico; popularmente se dice que “tiene cara de delincuente”. Debe recalcarse que un Estado Democrático de Derecho, no es dable sancionar a ninguna persona por su cara o por su apariencia física en general, ya que nuestro derecho penal es de acto, en consecuencia, no es dable afirmar que una persona es delincuente solamente por su forma de verse, lo que ha tenido mucha inlfluenciajurídica en el tema de la legalidad de los retenes policiales y los requisitos procesales para que se pueda hacer una requisa a una persona, exigiendo nuestra normativa el que exista un indicio de comisión de un hecho delictivo para poder proceder a requisar a alguien ya que dicha actuación invade los derechos inherentes al ser humano.
Otra categoría de la clasificación de Lombroso, es el delincuente epiléptico que se caracterizaba por ser violento pero actúa sin tener conciencia de lo que hacía al momento del delito; esta categoría sienta las bases incipientes de lo que actualmente se conoce como capacidad de imputabilidad, de manera tal que quien comete un delito son tener conciencia de ello, sería una persona inimputable a la que no se le podría imponer una sanción, sino que más bien lo procedente sería imponerle una medida de seguridad en los casos en los que el Instituto Nacional de Criminología concluya después de valorarlo, que es peligroso para sí o para terceros.
El loco moral, es otra clasificación a la que pertenecen las personas que delinquen por placer y para obtener una satisfacción para sí mismos; véase la correspondencia de esta descripción con la definición de un psicópata entendido como aquel que no tiene sentimientos ni empatía, y que instrumentaliza a los demás a su propia conveniencia; sobre este tema es interesante revisar los estudios hechos por Robert Hare quien publicó el libro “Sin Conciencia”. Por considerarlo un libro por demás interesante, les dejo el link del PDF para que lo puedan descargar y leer. http://puntocritico.com/ausajpuntocritico/documentos/Sin%20Conciencia%20(Psicologia%20del%20Psicopata)-Robert%20D%20Hare.pdf

Lombroso, identifica también al delincuente ocasional, que es aquel que delinque por la existencia de elementos externos que lo predisponen a cometer delitos; y también el delincuente pasional, que es aquel que delinque producto de la pasión que lo lleva a la violencia. Esta última categoría tiene un correspondiente en nuestra legislación, y es la figura del Homicidio especialmente atenuado por emoción violenta, previsto y sancionado en el artículo 113 inciso 1 del Código Penal, que establece una pena menor para quien mate a otra persona encontrándose en estado de emoción violenta que las circunstancias hicieran excusable; me gustaría llamar aquí la atención en torno a que la emoción violenta es un concepto jurídico cuya determinación no depende de un criterio médico psiquiátrico, sino más bien, del análisis que haga el juez en el caso concreto.
La producción bibliográfica de Lombroso es significativa; puede destacarse porque me parece particularmente influyente en nuestros días, “Memorias sobre Manicomios Crimales” (1872), que nos permite entender que Lombroso siempre buscó la manera científica de diferenciar a las personas que padecían enfermedades mentales (locos) de los delincuentes. Las ideas expuestas en esta obra tienen incidencia en nuestros días, porque expone la necesidad y conveniencia de que las personas con padecimientos mentales que cometen delitos no sean recluidas en las cárceles con otros que son delincuentes pero que están mentalmente sanos, y que tampoco sean ubicados con otros sujetos con padecimientos mentales pero que no han cometido delitos porque de hacerlo representarían un peligro para ellos. Véase que de estos postulados nace la fundamentación teórica de la existencia actual en Costa Rica del Centro de Atención para Personas con Enfermedades Mentales en Conflicto con la ley (CAPEMCOL) que funciona desde el 2011, y que no ha escapado a las críticas por su funcionamiento. Considero de mucho interés leer el artículo publicado por el Periódico La Nación, respecto de este tema y que les dejo para su lectura.



ENRICO FERRI (1856 -1929):
Sociología Criminal



Fuente: Wikipedia, s.f

            Este exponente de las Escuela Positiva, parte de la tipología que elaboró Lombroso y le añade el componente del medio ambiente en el que se desarrolla la persona que delinque con la finalidad de determinar las causas que hacen que las personas cometan delitos (Lacayo, s.f). Con este autor, la Escuela Clásica pasa entonces a estudiar no solo al delito y al delincuente, sino también, al medio en el que se desarrollan las personas, hoy en día denominado “entorno social”.
            Dentro de las obras de Ferri destacan varios estudios sobre la criminalidad, el homicida, el homicidio – suicidio, y uno de los reconocidos que se llama Principios de derecho criminal y la sociedad criminal (1880).
            Considero que uno de los principales aportes de Ferri, es lo que él denominó “factores criminógenos” y que son las causas naturales que determinan la delincuencia (Rodriguez Mazanera, 2006); este autor distinguió tres:
  • factores antropológicos o individuales del delito: inherentes a la persona del criminal y tienen que ver con la constitución orgánica y con la constitución psíquica del delincuente.
  • factores físicos del crimen: como el clima, la temperatura, etc.
  • factores sociales: como la densidad poblacional la moral, la religión, el alcoholismo, etc.   
Estos conceptos de Ferri, son de gran utilidad en la actualidad para la Criminología. Rodríguez Manzanera, los define “como todo aquello que favorece a la comisión de conductas antisociales” (Rodríguez Manzanera, 2018, p. 461).
            A mi criterio otro de los importantes aportes de Ferri es su criterio de que las penas no son ni el mejor ni el más útil de los remedios contra la criminalidad, y afirma que más bien, su efecto es negativo por lo que se debe recurrir a sustitutivos que satisfagan la necesidad de orden social.

RAFAEL GARÓFALO (1851-1934)



Fuente: Wikipedia, s.f

Jurista Italiano que en 1885 publica su obra “La Criminología” que es reconocida por muchos como el texto que le dio el nombre a la nueva ciencia; se reconoce además que su influencia a nivel político permitió que los postulados de la Escuela Positiva se concretaran en la legislación.
Entre otros aportes, considero de relevancia las ideas que desarrolla Garófalo en torno a términos que actualmente utilizamos constantemente, tales como peligrosidad y prevención especial y general (Rodríguez Manzanera, 2018).
A criterio de Antonio García – pablos de Molina, “el principal aporte de Garófalo es su filosofía del castigo, de los fines de la pena y su fundamentación, así como las medidas de prevención y represión de la criminalidad (García-Pablos de Molina, 2013, p. 307). Garófalo propugna por una actuación del derecho penal que debe ser aplicado con  dureza para poder defender eficazmente el orden social. Este autor considera viable la pena de muerte en aquellos casos en lso que el Estado debe actuar tal y como lo hace la naturaleza, seleccionando a quienes no se adaptan a la sociedad.

Referencias


García-Pablos de Molina, A. (2013). Criminología. Una introducción a sus fundamentos teóricos. España: Tirant lo Blanch.
Lacayo Rojas, E. (s.f.). Fundamentos de Criminología.
Rodríguez Manzanera, L. (2018). Criminología. México: Porrua.
Rodriguez Mazanera, L. (2006). Clásicos de la Criminología. México : INACIPE.



5 comentarios:

  1. muy buen trabajo e información completa.
    Nicole López

    ResponderEliminar
  2. Gracias a ambos, por tomarse el tiempo para leerlo. Un gusto conocerlos

    ResponderEliminar
  3. Saludos y muy buenas noches.

    De mucha importancia el punto de identificar delincuentes con rasgos físicos, ya que como mencionas, la mayoria no brindan su información por obvias razones.
    Donde lo mas increíble de esto es que el 25% de estos casos individuos quedan en libertad por falta de pruebas, ya que al no tener informacion del mismo no hay como culparlos directamente.
    además comparto personalmente la idea que poseia Lombroso de distinguir correctamente entre los delincuentes con enfermedades mentales y los que no poseian estos padecimientos para así
    poder dictar un castigo acorde a las condiciones del delincuente y del delito cometido.

    ResponderEliminar
  4. Me pareció muy completo y bastante llamativo, la manera en como esta acomodado me parece muy original.

    ResponderEliminar